Nunca antes en la
historia del país, un procurador había despertado tantas inquietudes, en pro y
contra, como el santandereano Alejandro Ordóñez, conservador de pura cepa, y
quien todos los días casa una nueva pelea.
A sus ortodoxas
posturas en contra del aborto, aún en los casos admitidos por la Corte
Constitucional; los supuestos beneficios
que pueda obtener la guerrilla en caso de firmarse la paz, y los “pases” y
“porros”, con los cuales se declara victimizado por la prensa, se suma ahora su
intromisión en el proceso que se realiza en La Habana, Cuba, al exigirle a las
FARC que le entreguen las coordenadas de los desaparecidos por el conflicto
armado.
En su afán mediático
desconoce el Procurador la prevalencia del Presidente Juan Manuel Santos en el
manejo de las negociaciones que con el tema agrario, comienzan a dar sus
primeros resultados positivos, tras más de 50 años de lucha armada en Colombia.
Y como si fuera
poco, a esto se suma ahora, la exigencia que le formuló al Fiscal General de la
Nación, Eduardo Montealegre, para que le entregue todo lo actuado dentro de las
investigaciones en contra de los concejales comprometidos en el carrusel de la
contratación en Bogotá, amparado en la ley 734 de 2002. De soslayo, el
Procurador Ordóñez le echa el agua sucia a la Fiscalía, tras advertir que no ha
podido avanzar en los procesos administrativos, por ausencia de la información
solicitada.
Vale la pena
recordar cómo, el ex presidente del senado Luis Humberto Gómez Gallo y el
senador Ciro Ramírez, condenados por la Corte Suprema de Justicia al
hallárseles culpables por parapolítica, fueron absueltos por el Procurador
Ordóñez en los procesos administrativos. Coincidencialmente, ambos de la misma
filiación política del jefe del ministerio público.
Los bogotanos se
preguntan ahora, si no pasará igual con los concejales y ex concejales
investigados, entre quienes figuran Antonio Sanguino, Édgar Torrado, Efraín
Torrado, Fernando Cepeda, Fernando López, Henry Castro, Hipólito Moreno, Isaacs
Moreno, Javier Palacio, Jorge Durán, Jorge Ernesto Salamanca, José Fernando
Rojas, José Juan Rodríguez, Julio César Acosta, Omar Mejía, Orlando Parada,
Rafael Escrucería, Andrés Camacho Casado, Severo Correa y Wilson Duarte; dos de
ellos ya detenidos y dos más con un pie en la cárcel.
Algunos dicen que
con sus actuaciones, Ordóñez, cada vez más, se está metiendo en camisa de once
varas.