jueves, 31 de julio de 2014

¿TRÁFICO DE INFLUENCIAS O PRESIÓN POLÍTICA?

A solo unos días de iniciarse el nuevo Congreso, algunos senadores y representantes, en su afán de no quedar por fuera del ponqué burocrático en el repitente mandato de Juan Manuel Santos, comenzaron a exigir asignaciones políticas en el gabinete, prevalidos del eventual apoyo que podrían brindarle al paquete legislativo en que está interesado el Gobierno.

Y la cuestión no tendría nada de particular si por lo menos se hiciera de una manera discreta y sin anteponer amenazas veladas como se desprende de una carta que la bancada conservadora en la Cámara le acaba de enviar a Santos, exigiéndole mantener como cuota a dos de los ministros conservadores entre ellos la titular de Medio Ambiente Luz Helena Sarmiento, amén del ya ratificado ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas.

La carta deja al descubierto dos posiciones en el Partido Conservador: la de quienes como Martha Lucía Ramírez, quien luego de una entrevista con Santos ratificó que esa colectividad no está en la oposición y que no interferirá en la conformación del gabinete y, la de quienes como los representantes, exigen retribuciones por el frío apoyo a la reelección.

Los representantes le  notifican al Jefe del Estado que actúan como bancada en respaldo de las políticas de prosperidad y crecimiento económico, creación de empleos, equilibrio fiscal, bienestar social, atención a la primera infancia, vivienda para los más pobres y la superación de la pobreza extrema.

Igualmente –dicen- “apoyamos el proceso de paz con atención especial a las seis millones de víctimas como parte fundamental de la solución del conflicto y a la vez el combate de las fuerzas armadas contra la subversión y la delincuencia organizadas. En resumen compartimos la tercera vía de inspiración  conservadora”.

Y, rematan: “La bancada en pleno le solicita al señor presidente de la República mantener en pleno la representación ministerial que tuvo el partido en los primeros cuatro años de gobierno y en consideración a la necesidad de una política transversal que inspire las actuaciones de la administración pública y el sector privado para enfrentar el cambio climático manifestamos nuestro irrestricto respaldo a la ministra de ambiente luz Elena sarmiento Villamizar por su conocimiento y experiencia en el sector ambiental”.

Firman: Arturo Yepes Alzate, David Barguil, Lina Barrera, Miguel Ángel Barreto, Liliana Benavides, German Blanco, Óscar Fernando Bravo, Orlando Clavijo, Alfredo Ape Cuello Baute, Luis Fernando Urrego, Luis Horacio Gallón, Juan Carlos García, Orlando Aníbal Guerra, José Hernández, Inés Cecilia López, Álvaro López Gil, Ciro Rodríguez, Aída Merlano, Armando Antonio Zabaraín, Telésforo Pedraza, Pedrito Pereira, Juan Carlos Rivera, Humphrey Roa, Mauricio Salazar, Heriberto Sanabria, Jaime Felipe Lozada Polanco y Nicolás Albeiro Echeverry.

Está bien que los partidos políticos aspiren a mantener el poder en los gobiernos que ellos mismos ayudaron a elegir, pero no está bien que de manera descarada y extravagante, algunos congresistas pretendan presionar de manera indebida a los mandatarios para obtener cuotas de poder, que en el caso de los conservadores, han mantenido por 12 años consecutivos.

La actitud del grupo de congresistas bien podría tomarse como un chantaje, la violación al régimen de conflicto de intereses o tráfico de influencias, con lo cual bien podrían perder su investidura, de acuerdo con la normatividad del artículo 183 de la Constitución Nacional.

Anteponer el apoyo a las normas en que está interesado el Gobierno, para obtener beneficios, no está bien visto, por decir lo menos, pues el pueblo los eligió para legislar en su favor  y no para traficar con su voto en las comisiones y en las plenarias de Senado y Cámara.

Claro que ahora tratarán de salirse por la tangente alegando que fueron malinterpretados y muy seguramente, de presentarse alguna demanda ante el Consejo de Estado, ocurrirá lo mismo que con los 12 representantes que cambiaron el sentido de la reforma a la justicia en la Comisión de Conciliación, por lo cual fueron demandados y dos años y medio después exonerados de toda responsabilidad. ¡Qué ironía!


martes, 22 de julio de 2014

OJO CON URIBE EN EL CONGRESO

Con la llegada de Álvaro Uribe Vélez al Congreso queda en evidencia su propósito de meterle palos a la rueda de la paz e interferir, a como dé lugar, el programa legislativo del Gobierno Nacional con proyectos paralelos que coparán la actividad en comisiones, amén de las citaciones a debates de control político en todas las instancias, incluyendo las plenarias de Senado y Cámara.

No de otra manera se explica la presencia de un expresidente de la República en un Congreso, que él, mientras estuvo en la Casa de Nariño, manejó a su antojo, sometiéndolo a aprobar a pupitrazo limpio leyes y reformas, entre ellas la de su propia reelección, prevalido de las mayorías a su favor, con una maquinaria bien aceitada y repartiendo cargos y notarías, como en el caso de la denominada “Yidispólítica”.

Vislumbro además, en estas primeras sesiones, falta de carácter en algunos congresistas que se sienten disminuidos ante la presencia de Uribe y le hacen venias y reverencias, como si unos y otros no tuvieran la misma condición y como si los Poderes Públicos no estuvieran al mismo nivel constitucional.

Parte de ello, obviamente se le debe a ese síndrome mediático, de colocar a Uribe como la gran estrella, asegurando incluso que “se rebajó a la condición de un congresista”, por ocupar una curul, como si se tratara de un hecho heroico y no de una prolongación en su ambición por recuperar el poder perdido, a lo cual senadores y representantes han hecho oídos sordos.

Falta ver hasta dónde llegará su dominio ahora, y si el aliento con sus áulicos y oblatos de la extrema derecha le darán la fuerza suficiente para sacarle el quite a la Constitución y a la ley –como está acostumbrado-, antes de ser investigados por la Corte Suprema de Justicia, el Consejo de Estado, la Fiscalía e incluso por la Procuraduría.

La estrategia uribista comenzó a operar con la presentación de un paquete de proyectos para entrabar el plan legislativo y las reformas anunciadas y desmontar, o por lo menos interferir el  gobierno del Presidente Juan Manuel Santos.

Entre los proyectos uribistas se destaca el que crea un tribunal protémpore para las Fuerzas Militares y la Policía, que se encargaría por los próximos doce años de revisar las condenas de miembros de la fuerza pública por eventuales delitos relacionados con el servicio y cometidos desde el 1º de enero de 1980. Según el proyecto, los miembros de la Fuerza Pública que en la actualidad estén condenados por estos delitos recibirán temporalmente el beneficio de detención domiciliaria mientras se pronuncia este tribunal.

Obvio es que pretenden legislar en causa propia, pues uno de los beneficiados con semejante proyecto, sería el Coronel (R) Alfonso Plazas Vega, preso desde hace varios años por las desapariciones en el Palacio de Justicia en 1985 y cuya esposa, Rubby Thania Vega de Plazas, ocupa una curul en el Senado por el Centro Democrático.

Un segundo proyecto reforma el fuero militar, incluyendo el tema penal, disciplinario y penitenciario, retornando, incluso al juzgamiento por parte de la justicia penal militar de quienes hoy están siendo procesados por los denominados falsos positivos.

Actualmente se tramita en el Congreso un proyecto de ley (210 de 2014 Cámara), que reestructura la justicia penal militar, que fue ya evacuado por el Senado y el cual fue duramente criticado por la organización Human Rights Watch y por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

El proyecto uribista obligaría a unificar ambas iniciativas, pero obviamente la segunda, le brinda sin tapujos todas las gabelas a militares y policías que llegaren a ser incriminados, lindando con la impunidad, según las primeras observaciones.

En el bloque de proyectos está una reforma integral a la salud que favorece ampliamente a las EPS y obliga al ejecutivo a apresurar el flujo de recursos que afectan la calidad y la oportunidad en la prestación de los servicios. Plantea una exención del impuesto de renta durante 30 años a las instituciones prestadoras del servicio de salud que se constituyan hasta el 31 de Diciembre de 2020; el giro directo a las instituciones prestadoras del servicios de Salud por los servicios prestados a la EPS y habilitar a las universidades para subsidiar convenios con las instituciones Prestadoras de Salud. Uribe fue el ponente de la Ley 100 que hoy ve amenazada y dicen en algunas páginas WEB, que su esposa Lina Moreno, es socia mayoritaria de Saludcoop.

Santos había ratificado el 20 de julio que insistiría en una reforma a la salud complementaria de la ley marco que recientemente avaló la Corte Constitucional y que elevó la salud de los colombianos al rango de derecho fundamental.

Otro proyecto plantea que todo empleador pague a cada uno de sus trabajadores que devenguen hasta cuatro salarios mínimos legales vigentes, una prima equivalente al 10 por ciento del salario mínimo, para la adquisición, financiamiento, mejoramiento o sustitución de su primera vivienda. Según la iniciativa, los aportes de los empleadores tendrán beneficios tributarios deducibles del impuesto de renta y complementarios. ¿Pero hasta donde las intenciones del Centro Democrático no es atravesársele a los programas de vivienda gratis y de arrendamiento con opción de compra del Gobierno?

Otra de las iniciativas se refiere a la compra a pequeños y medianos campesinos del agro, por una sola vez, hasta el 90 por ciento de su cartera actual y se establece una tasa fija del tres por ciento anual para crédito agropecuario.

Sobre este aspecto, el nuevo Congreso debe entrar a legislar, una vez se firme la paz, pues muchos de los puntos ya aprobados en la Habana, favorecen al sector agropecuario.

El último de los proyectos del bloque se refiere a la habilitación de los 47 embalses existentes en Colombia para la industria piscícola y acuífera.

Si bien el Congreso debe discutir este tipo de iniciativas, también lo es que sus miembros, incluidos todos los partidos de la Unidad Nacional, los verdes y quienes integran la oposición de izquierda, deben estar atentos para no llevarse sorpresas de última hora, especialmente en cuanto al proceso de paz de refiere.


¡De eso tan bueno, no dan tanto!