lunes, 25 de octubre de 2021

PARA QUÉ INTELIGENCIA MILITAR SI FUNCIONAN MÁS LAS RECOMPENSAS?

 

PRENSA ANDINA Bogotá D.C, 25 – 10 - 2021

A “Otoniel” no lo localizaron ni capturaron gracias a la inteligencia militar ni de las autoridades de investigación, que según el Mindefensa, en varias oportunidades lo tenían rodeado y ubicado en las  montañas de la vereda La Pita en Turbo, Antioquia.

Al narcoparamilitar lo capturaron, según ellos mismos, gracias a  la información de terceras personas movidas por los $3.000 millones ofrecidos por las autoridades colombianas y que nunca se sabrá si se pagan o no. Veremos si el Gobierno de Estados Unidos que ofrecía US$5 millones por su cabeza, paga la recompensa.

El 15 de junio de este año, las autoridades, con la ayuda de supuestos soplones capturaron a 14 personas las cuales relacionaron con “Otoniel”, entre ellos a una mujer, pero nunca llegaron al corazón de su campamento. Dijeron, entonces, que él estaba enfermo y sin alimentos.

Cuando se inició la Operación Agamenón, el 2 de febrero de 2015, las autoridades aseguraron que en 70 días desmantelarían al Clan del Golfo; pero no fue así.

Hoy más de seis años después, si bien, fue capturado Dairo Antonio Úsuga, la guerra no parará, pues desde hace algún tiempo, “Otoniel” había sido desplazado, muy seguramente con su anuencia, por quienes ampliaron los territorios de su accionar delictivo.

En estos seis años han muerto 135 miembros del Clan y 85 uniformados, en esa guerra, se han registrado numerosos incidentes que involucran a campesinos inocentes, por los campos que han sido minados o los accidentes en desarrollo de asaltos aéreos.

Y cada vez es mayor la producción de coca, porque con la siembra los campesinos obtienen su sustento y el Gobierno parece haberles dado la espalda. Tampoco hay acciones efectivas en contra de los traficantes y muchos menos de quienes se lucran con su envío a los centros de consumo en el exterior.

Nuestras fuerzas Militares parecen ancladas en el pasado, y a los altos mandos ni al gobierno parece interesarles acabar con la subversión y con los grupos narcoparamilitares, pues es el caballito de batalla para sostener la caña del desvío de fondos y el desgreño administrativo y presupuestal.

 ¿Cómo así que aún hoy, las Fuerzas Militares, los organismos especializados y de Policía, tienen que esperar a que surja desde la maraña algún soplón para ubicar a los cabecillas de la delincuencia organizada, como si no estuviéramos en la era de la Internet y del espacio?

¿En dónde queda la tecnología militar y la inteligencia artificial?

Ah, cierto que, $70 mil millones de pesos y quizás mucho más, se perdieron en las contrataciones de la Ministra de Comunicaciones Karen Abudinen, que resolvió tomarse vacaciones en el exterior, en momentos en que la Corte Suprema de Justicia, la llama a indagatoria.


viernes, 1 de octubre de 2021

CONDENADO POR PARAPOLÍTICA EXGOBERNADOR DE ANTIOQUIA

Prensa Andina (Bogotá D. C., 01-10- 2021).-

El expresidente del Congreso de Colombia y exgobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos, fue condenado hoy por la Sala Especial de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia a 7 años y 11 meses de prisión, por el delito de concierto para delinquir en la modalidad de promover grupos paramilitares, lo cual en el argot popular se denomina como “parapolítica”.

Señala la sentencia que el exsenador fue apoyado por “organizaciones criminales para sus campañas al Congreso y a la Gobernación, a cambio de múltiples acciones como permitir que las bandas o combos operaran en Medellín y Bello (esta última, una población vecina a la capital antioqueña), sin oposición de la Fuerza Pública; así como acordar en una reunión en 2005 su apoyo para que el texto de la ley de justicia y paz que tramitaba el Congreso resultara beneficiosa a los grupos paramilitares”.

La ponencia del magistrado Ariel Torres dice que Ramos “de manera consciente y voluntaria y, por demás, libre, concertó con los grupos de autodefensa aceptar el apoyo que le ofrecían en dinero y votos para las campañas que adelantó hacia al Senador de la República y la Gobernación de Antioquia a cambio de promoverlas en desempeño de sus funciones como efectivamente ocurrió siendo senador”. En la sala solo hubo un salvamento de voto del magistrado Jorge Caldas.

Se expresa también en la sentencia que es “evidente” la influencia de los paramilitares (grupos ilegales armados) a nivel social, económico y político en Antioquia y el propio ramos era consciente de que, aliarse con grupos al margen de la ley era un delito.

En la sentencia se tuvo en cuenta tanto el testimonio de Fernando Murillo Bejarano, alias “Don Berna”, así como el de cinco paramilitares más.

Señala el magistrado ponente, que las alianzas realizadas entre Ramos y los paramilitares, “fueron actos planeados que se gestaron a través de las distintas reuniones consolidadas durante varios años a partir de 2001”.

Según la sentencia, Ramos como presidente del Congreso, prestó su concurso para que la “Ley de Justicia y Paz” fuera más benévola, pese a no contar con la anuencia del Gobierno.

De confirmarse la sentencia, Luis Alfredo Ramos pagará además una multa de 7.749 salarios diarios mínimos legales vigentes (unos US$70.000) y permanecerá en libertad hasta que se resuelva la apelación de este fallo que pasaría ahora a la consideración de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia.

Hoy, el Presidente Iván Duque no dudó en defender a Ramos y manifestó que “es una persona que ha pasado por muchas adversidades y que saldrá adelante porque es una persona que tiene toda la honorabilidad como ciudadano y le ha servido mucho al país”.