Se ha vuelto costumbre en Colombia la intervención
de las autoridades monetarias en el mercado de valores y la adquisición de
millonarias sumas en dólares, como una forma de contener el proceso de
revaluación del peso frente a la divisa norteamericana.
Pero estas medidas adoptadas por el Gobierno
Nacional a través del Banco de la República, son temporales, no siempre
resultan efectivas y terminan afectando las arcas del emisor que sólo el año
pasado perdió por este concepto casi un billón de pesos.
Si bien el Gobierno interviene el mercado de
valores para satisfacer a los exportadores, no se toman en cuenta otros
factores que igualmente son determinantes en el fortalecimiento del peso frente
al dólar.
Alegan los exportadores, apoyados por algunos
teóricos, que al debilitarse el dólar se disminuyen las utilidades que pueden
obtener con sus productos y ello se refleja de manera directa en la disminución
de la mano de obra y la economía nacional pierde su ritmo.
Se apela entonces a todo tipo de justificaciones,
como la influencia de los TLC, especialmente el suscrito con los Estados Unidos
y se reclaman subsidios, protección a la producción nacional, exenciones de
impuestos y hasta créditos blandos que en algunos casos terminan en
condonaciones o beneficiando a intermediarios, más no así al pequeño productor.
En la revaluación también influye el aumento de las
exportaciones, y el ingreso a los mercados extranjeros de nuevos productos, gracias
a los TLC; el aumento en las exportaciones de petróleo y su escalada alcista en
los mercados mundiales; la promoción de inversiones extranjeras en el
país; el ingreso de remesas; el
lavado de activos y el narcotráfico.
La revaluación del peso no siempre es negativa,
pues todo se puede compensar con mayor productividad y optimización de la
calidad de nuestros productos de exportación; la adquisición de bienes de
capital y la ampliación constante de nuevos mercados, aprovechando las ventajas
frente a la crisis financiera mundial. La productividad sin especulación
determina un mayor dinamismo de nuestra economía.
En cifras de la DIAN, a diciembre de 2012, las
exportaciones sumaron 58.000 millones de dólares, 1,8 % más que en el 2011 y
las importaciones, aunque crecieron 4,6%, llegaron a 57.220 millones de
dólares. Es decir que hay un leve repunte, a nuestro favor, en la balanza
cambiaria. Y este año, las cifras seguirán mejorando del lado colombiano.
A esto se suma la previsión del Gobierno, según la
cual, este año la inversión extranjera directa estará por encima de los 15.500
millones de dólares.
Los indicadores industriales y comerciales en
Colombia son positivos y la economía nacional sigue mejorando, por lo cual, los
analistas económicos prevén que, a corto plazo el peso colombiano seguirá
revaluándose.
La Junta Directiva del Banco de la República
extendió en 2.500 millones de dólares, la compra de divisa estadounidense, con
lo cual a septiembre 30 se habrán invertido 5.500 millones de dólares. 700
millones de dólares más que el año pasado, en su afán de contener la
revaluación del peso.
En lo que va del 2013 la moneda colombiana ha
revertido su presión alcista y a hoy acumula una depreciación de un 8,71%.
No obstante las condiciones de la economía y que el
dólar se ha mantenido con leves variaciones por encima de los 1.900 pesos, el
ministro de Hacienda insiste en que el Banco de la República continúe el
programa de compra de dólares.
Otras voces, como el senador Camilo Sánchez, de la
Comisión Tercera, claman porque el país vuelva a la denominada “banda
cambiaria”, es decir que se le fije al dólar un precio mínimo y un techo que
podría oscilar entre los 1.950 y los 2.050 pesos, lo cual sería un retroceso
para la economía nacional, pues se dispararían las tasas de interés y muy
seguramente caeríamos en la crisis que tanto nos afectó en la década de los 90.
Nuestra consideración es que no se debe frenar la
revaluación del peso y por el contrario deberíamos escuchar la opinión de los
expertos y permitir el libre juego de la oferta y la demanda, máxime si el país
está en su mejor momento y la industria y el comercio están blindados como dice
el Gobierno.
Las importaciones también generan frentes de
trabajo y fortalecen la economía, especialmente si lo que traemos del exterior
en su gran mayoría son bienes de capital. Luego entonces, ¿Por qué tanto temor
con la revaluación del peso?