EL GOLDEN GATE EN SAN FRANCISCO, EE.UU.
Un puente colgante que une la península
de San Francisco con el Condado de Marín, sobre la bahía de San Francisco en
Estados Unidos, fue construido en solo 4 años (1933 – 1937) con una longitud de
1.280 metros y suspendido en dos torres de 227 metros de altura. Tiene una
calzada de seis carriles (tres en cada dirección) y dispone de carriles
protegidos accesibles para peatones y bicicletas. El puente se utiliza para el
cruce de tendidos eléctricos y conducciones de combustible. Bajo su estructura,
deja 67 m de altura para el paso de los barcos a través de la bahía.
La estructura de acero que en su
época costó US$30 millones, fue pintada para evitar la corrosión generada por el
Océano Pacífico y 81 años después sigue siendo un símbolo de la ingeniería en
ese país.
EL HISGAURA EN SANTANDER, COLOMBIA
Está ubicado sobre la vía que une
al sitio Curos (Piedecuesta), con Málaga, en la Provincia de García Rovira en
Santander. Su longitud total es de 653 metros, de los cuales 73 son el viaducto
de acceso y 580 metros corresponden a la estructura del puente atirantado.
Consta de vigas de concreto construidas mediante el sistema de voladizos
sucesivos, y está sostenido por 128 tirantes El sujetan cada diez metros el
tablero.
Su costó fue de más de $100.000
millones de pesos (unos US$30 millones) financiados por el Gobierno Nacional.
Lo curioso es que la obra de
infraestructura, que fue presentada como el puente atirantado más alto de
Suramérica (148, 3 metros), 4 años después no ha podido ser entregada porque su
estructura se arrugó y presenta desniveles de la viga de rigidez.
La firma constructora, la
española Sacyr justifica ahora las fallas, manifestando que “en una obra de
esta magnitud es muy difícil tener una línea recta”. Aunque ha sido sancionada
en varias ocasiones, el Gobierno Nacional la premia con nuevos contratos por
miles de millones de pesos.
Lo cierto es que en esta obra hay
un componente de negligencia, facilismo en los controles y corrupción que
implica no solo al Ministerio de Transporte sino también al Fondo de Adaptación
Nacional, a las gobernaciones de Santander de Richard Aguilar Villa y de Didier
Tavera, diputados y funcionarios de ese departamento, lo mismo que a los entes
de control, que deben intervenir de oficio en su labor de fiscalización.
#DespiertaColombia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario