Las Asociaciones Comunitarias de Vigilancia Rural
(Convivir), que tanto daño le causaron a la sociedad colombiana a finales del
siglo pasado por su vinculación con los grupos paramilitares, crímenes de lesa humanidad
y el desplazamiento forzado, podrían reaparecer en el país, por virtud de un
proyecto de ley que comenzó a estudiar el Senado de la República.
La iniciativa, cuyo autor es el congresista del
Partido de la U, Mauricio Lizcano, pretende regular el sector de la vigilancia
privada en Colombia, tomando como parámetro el Decreto Ley 356 de 1994, con el
cual el expresidente César Gaviria le abrió las puertas a estas organizaciones que
operaban –supuestamente- en zonas rurales en donde el control del orden
público, desbordaba la acción militar y de la policía.
En uno de sus capítulos el proyecto establece la
creación de las cooperativas de vigilancia y seguridad privadas, que podrán
estar conformadas por ciudadanos y que se regirán por las normas establecidas
para las empresas de vigilancia y seguridad.
La iniciativa que además del senador Lizano, también
la suscriben los representantes Juan Felipe Lemos Uribe y Luz Adriana Moreno
Marmolejo, de la misma colectividad, contempla, además, la obligación de colaboración
de las empresas y cooperativas de seguridad privada con la fuerza pública.
El proyecto prendió las alarmas en todos los
sectores del país, pues podría interferir con los esfuerzos de paz que se
realizan actualmente en La Habana entre el Gobierno Nacional y las FARC.
Lo curioso, es que con la única excepción del
congresista del Polo Democrático, Iván Cepeda, ningún senador de ningún
partido, integrantes de la Comisión Segunda, se percataron de la velada amenaza
que entraña la iniciativa.
Al abrirse el debate en la Comisión, el congresista
Cepeda, advirtió que esa iniciativa podría
propiciar la renovación de los efectos negativos que produjo la figura de la
red de cooperantes llamada “Convivir”.
"Es contraproducente que en el contexto de un
acuerdo de paz y ante la posibilidad de un posconflicto, sectores del Congreso
presenten una iniciativa que revive ese viejo peligro de paramilitarizar el
país a través de entregarles a cooperativas de seguridad el manejo de asuntos
de orden público. La tenebrosa experiencia de las Convivir nos enseñó que no se
puede seguir en la línea de otorgarles facultades del Estado a los
privados", señaló Cepeda.
Por virtud del proyecto las empresas de seguridad
privada podrían realizar ampliamente todo tipo de investigaciones, afectando la
intimidad de los ciudadanos y colocando en riesgo derechos fundamentales.
Además, en su articulado, se amplía la acción defensiva de las empresas y las
autoriza –literalmente- a repeler cualquier acción delictiva contra sus
protegidos, con lo cual se viola la Constitución, pues se reemplaza la misión
de las autoridades.
Según el congresista de la oposición, con la nueva
norma, se le estaría otorgando al Presidente un "cheque en blanco"
para establecer los servicios conexos a la actividad de la vigilancia privada, su
definición, alcance y determinación.
Empresas armadas
Al igual que las “Convivir”, las nuevas empresas
tendrán legalmente el derecho a portar armas, equipos de comunicación y usar
vehículos blindados, sólo, que en esta ocasión, podrían hacer gala de
sofisticada tecnología de la cual no gozaban en el pasado.
Entre 1996 y 1997, el entonces gobernador de
Antioquia, Álvaro Uribe Vélez y el vicegobernador Pedro Juan Moreno (fallecido)
defendieron la organización y operación de las CONVIVIR locales en su
departamento, con base a las reglas establecidas por el Estado, pero el número
era tal que desbordaron todo tipo de
controles. En todo el país se contabilizaron unas 500 organizaciones con más de
120 mil hombres.
Ya en la presidencia, Uribe Vélez, en entrevistas
radiales (4 de diciembre de 2006) defendió las “Convivir”, y expresó que nunca
hicieron parte del paramilitarismo. Asumió, entonces, la responsabilidad por
los 60 grupos que operaron en Antioquia durante su mandato como gobernador.
Para la
reflexión
Según la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad
Privada, actualmente, en el mercado colombiano funcionan 930 empresas de
vigilancia legales y 775 departamentos de seguridad, con más de 200 mil
personas a su servicio. Pero nadie sabe el tipo de armas ni cuantas están en su
poder.
¿Se imaginan que estas empresas desbordaran su
control, cuando superan en número a la Policía Nacional que tiene 175 mil
efectivos en todo el país y más de la mitad de las Fuerzas Militares que
cuentan con 380 mil miembros?
Quedan estas notas para su reflexión.
¿QUIÉN ES EL
SENADOR LIZCANO?
Óscar Mauricio Lizano Arango, es un abogado de la
Universidad del Rosario, nacido en Medellín, Antioquia, en agosto de 1976. Especializado
en administración de empresas en Inglaterra y en gerencia y asuntos públicos
del Externado de Colombia.
Hijo de Óscar Tulio Lizcano, un excongresista
conservador que fue secuestrado por las FARC.
Mauricio Lizcano fue elegido Representante a la
Cámara por el Partido Conservador en 2006 y en 2010 fue elegido senador por el
mismo partido. Siempre ha sido considerado un abanderado del uribismo, aunque
en 2014 fue reelecto por el Partido de la U.
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