Represa del Río Sogamoso (Santander - Colombia)
Foto Isagen
Pese
a la protesta nacional que se generó por el anuncio del Gobierno de vender su
participación en Isagen, la tercera generadora de energía del país, después de
EPM y Emgesa-, el Consejo de Estado avaló la transacción.
En un
fallo emitido el 9 de diciembre último, el tribunal negó las pretensiones de
una docena de congresistas de seis partidos políticos, que demandaron la venta
de la empresa y pidieron la adopción de medidas cautelares en contra del decreto
gubernamental.
El
Estado posee en Isagen el 57.6 % del paquete accionario, por un total de $5.2
billones, en el momento de hacer su avalúo hace más de un año cuando el dólar
se cotizaba a $1.900. Hoy con un dólar por encima de los $3.000, el país podría
perder más de un 40 % en la negociación.
Isagen
le reporta al Estado anualmente cerca de $500 mil millones por utilidades, lo
que equivale al 10% de su participación, muy por encima de la rentabilidad que
ese tipo de negocios genera en Colombia.
La
idea que el Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas le vendió al Presidente
Juan Manuel Santos, era tomar esos recursos y colocarlos en un fondo para
financiar a las firmas concesionarias
que ejecutan las obras de infraestructura vial en el país.
En la
demanda se advertía que el Gobierno faltaba “al principio de veracidad y
claridad que debe acompañar las motivaciones de la venta, y que, al defender la
enajenación, violaba los principios de contratación que promulga la Ley 80, en
cuanto a su transparencia, responsabilidad, planeación y economía”.
Entre
quienes se oponen a la enajenación figuran los senadores Sofía Gaviria Correa,
Viviane Morales y Horacio Serpa, del Partido Liberal; Antonio Navarro, Jorge
Iván Ospina, Claudia López y Jorge Eliécer Prieto, de la Alianza Verde; Jorge
Enrique Robledo y Alexánder López, del Polo Democrático Alternativo; Iván
Duque, del Centro Democrático; Mauricio Aguilar, de Opción Ciudadana, y Luis
Evelis Andrade, del Mais.
Pero
de todos ellos, la senadora Sofía Gaviria, es quien más se ha opuesto a la
venta de las empresas del Estado y advierte que en el caso concreto de Isagen,
se verán amenazados los recursos hídricos de los seis mayores embalses del país
y las 23.000 hectáreas que controla Isagen, en algunos de los lugares más
biodiversos del planeta.
Lo que sorprende a los analistas es que
el Consejo de Estado, pasó por encima de todas las consideraciones expuestas no
solo por los colombianos del común sino por los demandantes y por 80 de los 102 senadores que en mayo de este
año firmaron una constancia para rechazar la venta de Isagen y en la cual se
insistía en que la energía es un producto y un servicio de necesidad universal,
que debe ser controlado y protegido por el Estado, tal como lo establece la
Constitución del 91.
En
diversos medios económicos y políticos del país, se advertía, que el Gobierno
debería reconsiderar la enajenación de esta empresa, pues en momentos en que se
está ad portas de la firma de la paz y que se requieren para el postconflicto
ingentes recursos, las empresas del Estado son un soporte clave, especialmente
sí -como en el caso de Isagen- están bien posicionadas financieramente y su
desempeño administrativo es ejemplar.
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