miércoles, 4 de mayo de 2016

EL DEBATE SOBRE REFICAR


Como siempre, después de diez horas de debate en el Senado, los funcionarios responsables de las irregularidades en la Refinería de Cartagena, salieron fortalecidos, como si nada hubiera pasado y responsabilizando de los sobrecostos a la firma Chicago Bridge and Iron (CB&I), subcontratada para realizar las obras de ampliación.

Los congresistas, (más de una docena que participaron en el debate) formularon las acusaciones que solo se ciñeron a lo investigado por la Contraloría General de la República, pero sus voces fueron apagadas por la intervención de los funcionarios.  

Y es que, más allá de convocar a los debates de control político, los congresistas no tienen recursos ni imaginación para asumir la defensa  real de los colombianos ni siquiera para que se aceleren las investigaciones u obligar al gobierno a imponer sanciones y someter a los responsables por semejante atraco a los intereses de los colombianos. Lo único que buscan es figuración mediática. Por eso, sin televisión no hay sesiones.

Y cómo si se tratara de un juego de “monopolio”, el expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez, en cuyo gobierno se gestó, se maquinó y se inició la ampliación de REFICAR, dijo en el debate que él aceptaría la “responsabilidad política”, por ordenar las ampliaciones al contrato, sugiriendo ante la plenaria que “fue engañado”.

En este caso no solo existe una responsabilidad política. Las cosas van más allá, aquí existe también una responsabilidad fiscal y penal por la cual tienen que responder todos los implicados.

Los funcionarios que manejan al país como si fuera uno más de sus feudos, quieren sacarle el cuerpo a la responsabilidad de lo que pasó en REFICAR. Los gobiernos de Uribe y Santos, sus ministros de Hacienda y de Minas y Energía, los presidentes de Ecopetrol y los funcionarios de la refinería, tienen que responder por el esperpento que nos costó a los colombianos más de US$8 mil millones, con sobrecostos superiores al 50 % del valor original.

El Presidente Juan Manuel Santos, su antecesor, Álvaro Uribe, y sus funcionarios, deben responder por el detrimento patrimonial que se generó en REFICAR, pues este, es el peor atraco contra los colombianos en toda su historia.

Lo de REFICAR no se puede quedar simplemente en una investigación de la Fiscalía, la Contraloría y la Procuraduría y un debate en el Congreso. Los responsables deben ser condenados y el Estado está en la obligación de exigirles la devolución de los dineros que se pagaron de más y que son de todos los colombianos.

Y para colmo de todo, REFICAR aún no trabaja al 100 % y tenemos que seguir pagando los sobrecostos de supuestas importaciones de gasolina y ACPM, mientras Ecopetrol sigue cargando las refinerías con crudo colombiano, que compra a las transnacionales (que se llevan nuestros recursos), a precio internacional en boca de pozo.


¿Cuándo saldremos los colombianos de este letargo en que nos mantiene la corrupción y la politiquería?


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