Bogotá D.C.
La crisis que enfrenta Ecopetrol y que se evidenció
con la caída en los precios mundiales del crudo, es la consecuencia de la
improvisación, inversiones sin planeación adecuada, falsos positivos en la
producción y negocios a futuro en donde, por casi dos décadas, no se ha
consultado la realidad del mercado internacional.
Esta situación ha colocado a la empresa más
importante de los colombianos en una condición de vulnerabilidad jamás
imaginada, y a la cual ha contribuido el propio ejecutivo nacional, que ha
convertido a Ecopetrol en su caja menor, para respaldar o solucionar los
problemas deficitarios nacionales, generados especialmente por las promesas de
campaña de los gobernantes de turno.
Lo más grave es que, los controles que antes se
ejercían desde el Congreso, desaparecieron con la muerte del senador Hugo
Serrano Gómez (30 de junio de 2010) y los actuales congresistas –con muy
contadas excepciones- ni saben del negocio ni están interesados en el tema,
pues tienen más réditos congraciándose con los funcionarios de turno,
haciéndose los de la vista gorda y gestionando cuotas burocráticas que por
obvias razones ellos mismos niegan.
Esa es la razón por la cual los debates de control
político en la Comisión Quinta de Senado y Cámara, generalmente promovidos por
la oposición, pasan sin pena ni gloria y se convierten en el escenario para que
los funcionarios de turno se luzcan, amparados por las mayoritarias fuerzas
oficialistas.
Al país se le engaña, cuando se le anuncia con
bombos y platillos que –por ejemplo, en el mes de noviembre de 2014- la
producción de crudo alcanzó la cifra de un millón de barriles. Pero no se le
dice a los colombianos que esa mayor extracción corresponde a las reservas
actuales de 2.445 millones de barriles, que alcanzarían para 6.6 años.
Claro, en la medida en que saquemos más crudo de
las entrañas de la tierra, el gobierno puede aumentar sus arcas y compensar la
caída de los precios internacionales, hoy por debajo de los 60 dólares por
barril, con un dólar caro por encima de los $2.400. Pero en esa misma medida se
disminuirán nuestras reservas, pues Colombia, después de los pozos de Caño
Limón, Cuasina y Cupiagua, no ha logrado conseguir un yacimiento que
verdaderamente valga la pena.
La crisis aún no ha tocado fondo, pues Arabia
Saudita que domina el mercado sigue empecinada en mantener altos índices de
producción haciéndole el juego a las dictaduras del oriente medio apoyadas por
Estados Unidos e Israel, pasando por encima de la OPEP.
Para nosotros no era desconocido que una vez se
regulara la situación en el Oriente Medio, afectada en la última década por
guerras y golpes de Estado, los precios que alcanzaron a treparse hasta 140
dólares por barril en 2008, volverían a caer como cayeron entonces, bordeando
los 50 dólares por barril.
Malos
negocios
Lo que nos falta es visión y conocimiento del
mercado, pues en esa época se vendió a futuro el crudo colombiano a 47 dólares
barril, cuando Ecopetrol habría podido obtener toda la plata del mundo si no se
apresura a feriar nuestros recursos.
Fue precisamente en esa época, bajo la férula del
presidente Álvaro Uribe Vélez, cuando se autorizó la venta del 20 % de
Ecopetrol, y se realizaron inversiones en exploración en Brasil y Perú y luego
en el Golfo de México, que en la práctica ofrecían mayores riesgos que
Colombia. Seis años después no hay resultados positivos y, en cambio, se bajó
considerablemente la búsqueda de petróleo en nuestro propio territorio.
Más incomprensible que Ecopetrol siga pensando en
renegociar los contratos para la explotación de nuestro petróleo como ocurre
actualmente con Pacific Rubiales, cuyo campo –el mayor del país- debe revertir
a Colombia en el segundo semestre de 2016.
Se repetiría así lo ocurrido en 2003 con el gas de
la Guajira, que en momentos en que el campo debía revertir a Colombia,
Ecopetrol –por orden del presidente Uribe- decidió ampliarle el contrato a la
Chevron hasta el 2020, negocio con el cual la empresa perdió 90 millones de
dólares a precios de la época.
La Refinería
de Cartagena
En 2007 la petrolera invirtió millonarios recursos
en estudios para montar una refinería en Centro América, cuando un año antes,
alegando falta de recursos, vendió a la suiza Glencore –que no tenía
experiencia en este tipo de negocios- el 51 % de la Refinería de Cartagena.
Entonces el 65 % de los ingresos de Ecopetrol, provenían de la refinación. En
2009 Ecopetrol se quedó con la totalidad del paquete accionario, pagando a la
Glencore 549 millones de dólares. Se inició un plan de inversiones para la
modernización de la refinería calculado en 3.500 millones de dólares y los
trabajos estarían listos en 2011. Tres años después la inversión asciende a
casi 7 mil millones de dólares y se calcula que los trabajos concluirán en el
segundo semestre de 2015. Su capacidad de procesamiento será de 165 mil
barriles por día.
Acciones por
el piso
El mayor fiasco, en la actual crisis de Ecopetrol,
se lo han llevado los colombianos que en 2012 compraron acciones a $3.700 y que
hoy se cotizan en bolsa a $1.815, lo cual ha generado pánico especialmente
entre los pequeños inversionistas.
El primer grupo de acciones en 2008 se vendieron a
$1.400 la unidad, lo cual fue un negocio redondo para los inversionistas, pues
la empresa fue subvalorada por lo bajo.
No obstante, como el negocio accionario es de
resistencia, estas situaciones son aprovechadas por negociantes de mala fe que
incluso pagan las acciones a costos más altos que en la BVC, pues ello les
permite legalizar dineros mal habidos.
La situación es tal que hoy no se sabe en manos de
quien están la mayoría del 12 por ciento de los títulos vendidos por Ecopetrol
en las dos subastas realizadas. Aún falta por sacar a la venta el 8 por ciento
restante de la autorización gubernamental, lo cual se paralizó por la caída de
los precios, lo que afectó el mercado accionario.
Despidos
masivos
Con el ingreso hace ocho años del actual presidente
de Ecopetrol, Javier Gutiérrez, la política laboral de Ecopetrol cambió y se
inició el enganche de personal tecnificado extranjero con garantías y prebendas
muy por encima del personal colombiano.
Como consecuencia de ello, más de 200 ingenieros
colombianos se retiraron de la empresa para buscar mejores horizontes en el
extranjero.
Según los informes oficiales, mientras que a un
ingeniero extranjero se le garantizaban salarios de mil dólares día, a los
profesionales colombianos les pagaban el equivalente a tres mil dólares
mensuales.
Hoy la política de austeridad anunciada por el
Gobierno Nacional, fue acogida por Ecopetrol, no para reducir los gastos
suntuarios, sino para despedir a parte del personal. En las últimas semanas han
sido despedidos más de 1.500 trabajadores de los distintos distritos, lo cual
equivale al 18 % del personal de planta. Gran parte del personal ha sido
vinculado por contratos con empresas de administración de servicios de
personal.
Los recortes también afectarán a los 30 mil
contratistas de Ecopetrol.
La situación ha repercutido además, en todas las
petroleras, algunas de las cuales han reducido sus presupuestos hasta en un
50%. Algunos de los más afectados son los transportadores.
Una empresa
inviable
El martes 21 de octubre de este año, en una reunión
interna de líderes de Ecopetrol, que se realizó en sus instalaciones se hizo un
análisis de los negocios de la petrolera y la marcha de todo el core (la razón
de ser de Ecopetrol). Se concluyó que la empresa no es sostenible y los
cálculos que se hicieron establecen que para el 2020 no se podría cumplir con
la misión de la organización.
Incluso, se llegó a pensar en solicitarle al
Gobierno la venta del remanente del 20 % del valor total que desde hace varios
años se había convenido, dentro del proceso de privatización de la empresa más
productiva del país.
La estrategia de la organización está hoy planteada
al 2020 pero la industria de hidrocarburos tiene ciclos de largo plazo por lo
cual se inició un proceso de formulación de su nueva estrategia al 2030 con un
enfoque basado en la generación de valor y sostenibilidad, que permita su
consolidación.
El diseño comprende tres fases, que iniciaron con
un diagnóstico, al que le sigue la generación de futuros probables, con los que
se analizan diferentes opciones estratégicas, para finalmente hacer la
construcción de un plan de negocio viable.
El proceso de formulación de la nueva estrategia,
pone de manifiesto debilidades y rezagos que la compañía tiene en algunos
frentes, entre los cuales se encuentran: incorporación de reservas por la vía
de la exploración y un portafolio de baja prospectividad, incremento sostenido
en costos, eficiencia de algunas de sus inversiones, capacidad para gestionar y
controlar megaproyectos, productividad laboral y algunas deficiencias en
procesos críticos como abastecimiento, HSE, proyectos, tecnología y talento
humano.
A este diagnóstico se suma un entorno internacional
cada vez más complejo, con fundamentales de la industria con tendencia a la
baja y más retadores (precios de crudo con descensos y competencia por
inversión con otros países) y situaciones que dificultan la operación y
ejecución de los proyectos en algunas zonas del país, así como nuevas
realidades tecnológicas y la necesidad de incrementar los índices de competitividad.
El diagnóstico ratifica que Ecopetrol tiene un gran
potencial que puede ser desarrollado si se aprovecha esta oportunidad para
trazar su nueva estrategia a 2030 y si paralelamente se intensifica la labor de
exploración, sísmica y perforación, que hagan posible descubrir nuevos
yacimientos productivos, que permita mejorar las reservas.
En la asamblea de marzo, se presentarán algunos
planteamientos para reorientar la labor de Ecopetrol y se escogerá un nuevo
presidente, para lo cual una transnacional de caza talentos, está asesorando a
la junta directiva de la empresa.
Por lo pronto la petrolera estatal anunció algunas
medidas de choque para contrarrestar los efectos de la crisis, a partir del
próximo año. En total se recortarán gastos e inversiones por $3.565 millones de
dólares.
Las inversiones serán en 2015 de 7.860 millones de
dólares, 25 % menos que en 2014. De este
monto, el 8 % se destinará a los programas de inversión de Ecopetrol en el
exterior.
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