sábado, 19 de noviembre de 2016

UNA “VACA” PARA SALVAR A ANDRÉS FELIPE ARIAS

Andrés Felipe Arias y su consejero, 
el expresidente Álvaro Uribe Vélez


De cómo una joven promesa del uribismo deslumbrada 
por la fama, cae en el infierno de su propia egolatría.

El senador Álvaro Uribe hizo una “vaca” entre sus correligionarios del Centro Democrático a través de Twitter, para pagar en Estados Unidos la fianza de US$100 mil por la libertad condicional de su ex ministro de agricultura, Andrés Felipe Arias, mientras se define en ese país –a finales de noviembre-, una solicitud de extradición de las autoridades colombianas.

La colecta pública que alcanzó en tiempo récord de 72 horas a recaudar más de US$132 mil al interior del país, no deja de ser exótica y quizás linda con la ilegalidad, si se tiene en cuenta que se trata de pagar a través de ellas las cauciones de un delincuente que prefiere el exilio antes que someterse al veredicto de las autoridades nacionales.

Arias se encuentra en los Estados Unidos desde 2014, a donde viajó huyendo para eludir una condena de 17 años impuesta por la Corte Suprema de Justicia, que lo halló culpable de varios delitos, en desarrollo de la ejecución del programa Agro Ingreso Seguro que administraba a través del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR).

El propio Uribe Vélez, viajó a ese país, para atestiguar en favor de su pupilo y contribuir a fortalecer el argumento según  el cual Arias sería el “chivo expiatorio” de una persecución política del Gobierno de Juan Manuel Santos en su contra.

Si eso fuera cierto, quizás no habría alcanzado a llegar al Congreso con una fuerza de 32 senadores y representantes, ni mucho menos haber participado en el Plebiscito por la Paz, que ganaron por un escaso margen, aunque con argumentos falaces para oponerse al proceso de reconciliación nacional.

Pero esa es la divisa que está vendiendo en el exterior y que tantos réditos le ha dado, aunque 18 de sus más allegados funcionarios han sido procesados y condenados por diversos delitos; 82 congresistas que le apoyaron en el pasado fueron vinculados con parapolítica y también procesados y condenados y  algunos otros de sus exfuncionarios se encuentran igualmente huyendo de la justicia colombiana.

Uribe está preparando el camino para buscar en 2018 la presidencia para el Centro Democrático, utilizando para ello sus ortodoxos métodos populistas, figurando en todo cuanto le dé réditos políticos así tenga que venderle el alma al diablo, pues para él, como lo ha demostrado, el fin sí justifica los medios.

Por eso, abrió la ventana mediática que le brindó Andrés Felipe, vendiéndolo como una víctima del sistema, aprovechando el amarillismo con que algunos reporteros manejados a su antojo, tratan con superficialidad los temas que debieran merecer seriedad y profundidad en la prensa colombiana.

Vale la pena recordar que este episodio lo inició el ex procurador Alejandro Ordóñez –hoy amigo íntimo de Uribe-, cuando en mayo de 2011 en un fallo de más de mil folios, destituyó e inhabilitó a Andrés Felipe Arias Leiva para ejercer cargos públicos por 16 años, al encontrarlo culpable de las faltas disciplinarias probadas y compulsó copias a la Fiscalía para que se iniciaran las investigaciones penales correspondientes.

En 2014, con base en las indagaciones de la Fiscalía, la Corte Suprema de Justicia lo halló penalmente responsable como autor de las conductas punibles de contrato sin cumplimiento de requisitos legales y peculado por apropiación.

En  el fallo de más de 300 folios condenó a Arias Leiva a las penas principales de 209 meses y 8 días de prisión y al pago de una multa equivalente a 50.000 s.m.l.m.v., e interdicción de derechos públicos por el mismo lapso de la pena principal y, además, a la inhabilidad para el ejercicio de funciones públicas.

Además, en dos ocasiones distintas, la Corte Constitucional negó tutelas que pretendían echar abajo los fallos condenatorios de Arias. Luego, entonces, si ha tenido el exministro las garantías necesarias en sus juicios y se le ha respetado el debido proceso, todo lo cual deja sin piso las afirmaciones de sus oficiosos defensores.

Claro que es penoso para alguien que, como él, se encuentre en semejante situación y que haga pasar por tantos sufrimientos a su familia. Quizás, pudo más su ambición y como a muchos les pasa, se deslumbró con la fama que no supo administrar.

Sus padrinos políticos, como el propio Uribe,  contribuyeron a endiosarlo y lo abandonaron en mitad del camino, cuando ya estaba metido en líos junto a los funcionarios que lo rodeaban. Muy tarde aprendió la lección cuando lo tocó con su espada la ciega justicia.


Y sus amigos, los mismos que hicieron la “vaca” para pagar su fianza en USA, ahora tendrán que recolectar un “hato” completo (seguramente con Fedegan a la cabeza y los terratenientes subsidiados) para pagar en Colombia los $34 mil 472 millones que vale el detrimento ocasionado al  Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR), por sus desafueros con el programa Agro Ingreso Seguro. "Dura lex sed lex".

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