En mi trayectoria periodística que bordea el medio
siglo, nunca había asistido a un escenario político en donde la zancadilla, los
golpes bajos y la guerra sucia, reemplazaran la concepción ideológica y
programática, en una campaña en donde algunos de los candidatos olvidaron las
más elementales lecciones de democracia.
Los ánimos se exacerbaron por los ingredientes de
las conversaciones de paz en La Habana Cuba que fue incluido como principal
elemento en el programa de gobierno de uno de los candidatos; la reelección a
la cual aspira el Presidente Juan Manuel Santos; las denuncias del senador
electo Álvaro Uribe Vélez sobre supuesto ingreso de dineros calientes a una
campaña en 2011 y las chuzadas de un “hacker” que tiene en líos judiciales al
grupo de Oscar Iván Zuluaga.
Los tres candidatos restantes –Enrique Peñalosa,
Martha Lucía Ramírez y Clara López Obregón- se mantienen expectantes, aguardan
pacientes tras del tinglado, a ver cómo le sacan partido a la disputa para
subir en las encuestas y quedar con mayor opción de negociación en una eventual
segunda vuelta.
Mientras tanto los electores, que por naturaleza
son olvidadizos, siguen confundidos, y las encuestas para lo único que han
servidos es para destacar los propósitos de quienes las contratan.
No obstante tres de estos candidatos, aunque de
distinta manera, tienen en su objetivo el propósito de la paz y dos de ellos
insisten en hacerle el juego a la “Seguridad Democrática” de Uribe, que no es
otra cosa que proseguir en el conflicto armado en Colombia. Por eso pongo en
sus manos estas diez razones para no votar por Oscar Iván Zuluaga.
1.- Es un áulico y cortesano del expresidente
Álvaro Uribe Vélez. De ser elegido, quien mandará tras bambalinas sería el
propio Uribe, obteniendo de esa manera el tercer mandato que el país le negó
hace cuatro años. Un candidato sin carácter no tendrá jamás el talante de
estadista que requiere Colombia.
2.- Su discurso refleja la nostalgia de poder de
Uribe, el odio visceral del exmandatario por quienes piensan diferente y su
inclinación por continuar una guerra fratricida de medio siglo que ha dejado
más de 220 mil muertos, más de 30 mil desaparecidos y cerca de cinco millones
de desplazados.
3.- Como ministro de Hacienda en el segundo
mandato de Uribe, se inició la venta de Ecopetrol –la empresa más productiva
del país- utilizando sus recursos como la caja menor del gobierno; se vendieron
las electrificadoras de Santander, Norte de Santander, Tolima, Meta, Boyacá y
Cundinamarca; Se vendió a Isagen en tres billones de pesos; se permitió la
creación de pirámides con la participación de los hijos del ejecutivo (lo cual
generó un escándalo internacional); se enajenó a Telecom; se privilegió la
inversión extranjera en detrimento de la industria nacional y se inició la
negociación de los TLC con Estados Unidos, Canadá y México. Al finalizar el
gobierno en 2010 el déficit fiscal
consolidado era del 3.8% del PIB (24.7 billones de pesos) y el déficit del
sector central era de 4.5% del PIB (29.25 billones de pesos). Y ni qué decir de
la deuda externa…
De manera improvisada se aprobaron en el CONPES
billonarias partidas de vigencias futuras, que no fueron utilizadas para obras
prioritarias, dejando por fuera inversiones fundamentales como el dragado del
Rio Magdalena y la recuperación de las vías férreas.
4.- El comercio con Venezuela y Ecuador –segundo y
tercer socio después de Estados Unidos- se desplomó por razones eminentemente
políticas, sin que el país estuviera preparado para abrir nuevos mercados.
5.- Según las estadísticas de organismos
internacionales, al finalizar el gobierno de Uribe con su ministro de Hacienda
Oscar Iván Zuluaga, 20 millones de colombianos (45.5% de la población en 2010)
vivían bajo la línea de pobreza y 7.2 millones (más del 16%) en condición de
indigencia. ¿Qué hicieron entonces el expresidente y su pupilo candidato por
mantener el precepto constitucional según el cual se debe dar prioridad a la
política social para mejorar la calidad de vida de la población y reducir la
pobreza?
6.- Bajo el amparo del gobierno de Uribe y su
ministro de Hacienda Oscar Iván Zuluaga, creció la corrupción y la impunidad. Los
mayores escándalos los constituyen Agro Ingreso Seguro, que incluso mantiene
aún, ad portas de la cárcel a Andrés Felipe Arias; la denominada “Yidispolítica”,
en donde se repartieron toda clase de recursos para premiar a quienes votaron
por la reelección de Uribe y por lo cual sólo tres personas –Yidis Medina,
Teodolindo Avendaño e Iván Díaz Mateus- fueron condenadas y los exministros del
Interior Sabas Pretelt y de la Seguridad Social Diego Palacio, han logrado
evadir la justicia bajo el amparo de Uribe Vélez; se denunciaron irregulares
inversiones archimillonarias en infraestructura que comprometían la
administración de Andrés Uriel Gallego, pero el veredicto final se truncó con
su muerte.
7.- Zuluaga continuará la política de “seguridad
democrática” de Uribe, mediante la cual se institucionalizaron las denominadas
“chuzadas” (todo lo cual ha quedado impune); se aumentaron los falsos
positivos; se favoreció a los narcoparamilitares, legalizando fortunas ilícitas
y vinculándolos a la denominada Ley de Justicia y Paz, con lo cual en este año (con
solo ocho años de cárcel) saldrán libres muchos de ellos comprometidos en
delitos de lesa humanidad.
8.- Zuluaga continuará la política de seguridad
social de su mentor político. Uribe fue coautor de la denominada Ley 100 que le
entregó a las EPS los dineros de la salud de los colombianos, convirtiéndonos
en clientes y no en pacientes, abriéndole la puerta a la desviación de recursos
para fines comerciales.
9.- Zuluaga, continuará la política laboral de
Uribe y recortará aún más las posibilidades para que los colombianos puedan
acceder a una pensión digna. Su guía espiritual, arrebató a los trabajadores y
empleados billones de pesos, al extender la jornada diurna hasta las diez de la
noche y reducir el recargo de dominicales y festivos. Además institucionalizó
las Cooperativas de Trabajo Asociado, incluso en el sector oficial.
10.- Zuluaga confesó haberse reunido con el
“hacker” Andrés Fernando Sepúlveda, que –según las afirmaciones de las
autoridades- realizaba interceptaciones ilegales saboteando el proceso de paz
junto con algunos funcionarios de su campaña amparados por Uribe Vélez.
Y por la paz me la voy a jugar. Por eso no votaré por Óscar Iván Zuluaga.
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